miércoles, 15 de mayo de 2013

¿Cómo lo ves?

Si te fijas bien, se esparce la locura. La política,  la religión, la justicia, el arte e incluso el amor es locura.
La vida misma es locura, vanidad de vanidades,  ilusiones ficticias, irrealidades  aparentes…las grandes representaciones tal y como intuyó Shopenhauer. Todo es teatro, farsa,  sueño como reconoció Calderón de la Barca.
Somos unos ilusos dentro de un espejismo, unos actores que nos hemos creído nuestro papel. Unos soñadores que ignoramos que soñamos. Unos  locos que buscamos razones y sentido para lo que, tal vez no tiene ni sentido ni razón.
Hay una sustanciosa diferencia importante: que hay locuras hermosas y locuras terribles, locuras constructivas y locuras destructivas, locuras que trabajan para la clara locura de la vida y locuras que enredan en la negra locura de la muerte.
Quizá no somos locos pero vivimos  la locura como un estallido de lucidez
Hoy por hoy hay que estar loco para continuar nuestro devenir diario con esmero y alegría, para poder criar unos hijos, para hacer frente a la problemática actual  de nuestros mayores, para escuchar a los políticos, para” tirar pa´lante”, para creer en un mundo intenso, mágico… para sentir el amor.
La locura del amor, de las sensaciones. Gozo y tormento, manifestación suprema de la vida .Respeto incondicional, admiración y ternura. Lo es todo. Entrega, gozo, sacrificio, dolor,  felicidad….Un olor, gusto,  risa. La mirada ,el contacto.
En mi opinión, ideal es estar enamorado del mismo aire que se respira. Enamorado… ¿qué significa para ti?
El amor, si sabes el final no me lo cuentes, porque perdería la emoción, la locura. Prefiero creer que es la historia sin final, me gusta imaginar que hay sentimientos que no mueren.
Los poetas y los enamorados son capaces de expresar el amor con pasión, belleza, profundidad y, sobre todo, con locura.
Y tú, ¿elijes la cordura o la embriagadora demencia del existir?
Ana Melendi

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