miércoles, 24 de marzo de 2021

Nuestra compañera Candi cierra una etapa

Candi, nuestra querida compañera del Villar, ha querido dedicar unas palabras de despedida por su jubilación.

Han sido muchos años junto a ti, y te echaremos de menos.

Una etapa llega a su fin y otra comienza, te deseamos que sea tan apasionante como la de la enseñanza.

Te queremos, siempre pertenecerás al Villar.

"Hoy llego al final de mi carrera como maestra y lo hago satisfecha y agradecida. Ha sido un viaje  apasionante que he hecho acompañada por la comunidad educativa del Villar Palasí. Colegio Público al que he tenido, y tengo, la suerte de pertenecer.

Hoy mis sentimientos navegan entre mi mente y mi corazón, se enredan, se enlazan y me generan un sin fin de emociones. Y entre todas ellas, la gratitud  hacia todas las personas que me han acompañado en un camino lleno de experiencias, de momentos maravillosos, de situaciones complicadas, de trabajo, de ilusión y de mucho aprendizaje. Sin ellas, mi labor como maestra jamás habría sido tan gratificante.

Me llevo en la mochila de mis mejores momentos,  a las compañeras de la limpieza que con su silenciosa, y  a veces poco reconocida labor, me han permitido empezar cada día con todas las instalaciones limpias y ordenadas. A las compañeras del comedor que me  regalaron momentos fantásticos cuando cada mañana antes de empezar las clases, pasaba por la cocina y me hacían reír con algún que otro chascarrillo mañanero. A nuestros conserjes, tan necesarios, tan pendientes de que la calefacción funcionara y de que las puertas se abrieran y se cerraran a su debido tiempo. Tan presentes siempre que los necesité para arreglar esa persiana que no subía, ese cajón atascado, esa percha descolgada…

Y en mi cuaderno de viaje hay varios capítulos. Uno escrito por todas las familias con las que he navegado en el mismo barco, porque trabajando juntos, remando en la misma dirección, hemos conseguido que sus hijos e hijas, alumnos y alumnas  llegaran  a buen puerto. Otro, redactado con gran paciencia por mis compañeras de secretaría, que además de matricular, hacer listas, pasar notas, coger llamadas y notificar reuniones, siempre me han facilitado cualquier documento que haya necesitado y me han asesorado en el uso de las nuevas tecnologías en todo lo relacionado con cuestiones administrativas, lo que me ha ayudado muchísimo  en las tareas administrativas que también hacemos los maestros.

Neurociencia, disciplina positiva, mundo de emociones, necesidad de cambio, sumar para crecer son conceptos  que  han conseguido ilusionarme en esta última etapa. Vienen de la mano de nuestro equipo directivo, que con su esfuerzo y dedicación están haciendo del Villar un centro público innovador, inclusivo y de calidad.

 

En el capítulo de la amistad, cuyos protagonistas son todos mis compañeros, maestros y maestras de diferentes edades, procedencias, ideas y aspiraciones  con los que, por suerte, he convivido en nuestro colegio  y con los que, como ocurre en toda convivencia, he dialogado, discrepado, contrastado ideas, pero sobre todo, con los que he compartido la apasionante aventura de enseñar desde la cooperación y el trabajo en equipo. Os pido que sigáis luchando por una escuela pública de calidad, no con las armas que hieren sino con respeto y sabiduría.

Quiero poner un broche de oro a esta carta, y a mi vida profesional, con un álbum de fotos en el que no falta ni uno solo de todos los alumnos y alumnas que he tenido, porque ellos y ellas han sido, sin ninguna duda, lo mejor y lo más importante de todos estos años. Sus risas, sus travesuras, sus genialidades me han ayudado a crecer como maestra y como persona. Siempre he intentado enseñarles, más allá de lo que marca el currículo, el inmenso significado de palabras como empatía, solidaridad, amistad, sinceridad….  He compartido con ellos momentos inolvidables durante las excursiones y los viajes de fin de curso que, como sabéis, he sido adicta, porque ha sido en esas convivencias extraescolares donde la complicidad  era fantástica que, en muchos casos, perdura todavía. Ellos saben, que siempre estaré cerca para lo que me necesiten.

Salgo del colegio con mi mochila, mi cuaderno de viaje  con sus distintos capítulos, mi álbum de fotos y un nudo en la garganta que no me impide deciros: 

¡GRACIAS POR TANTO!


Cándida Santiago Fernández"

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